Ayer no tuve la mejor de las tardes. Batallé con la desidia y casi me dejo llevar por ella. Pero no, no me lo iba a perdonar, eso es lo único que tenía claro. Y, casi sobre la bocina, decidí que o ella o yo, y gané yo...y esa es la cara de alguien que consiguió dar un pequeño paso y sentirse relajada y orgullosa antes de irse a la cama. Pasé de no saber qué hacer, de no poder salir de un bucle tonto, de mortificarme por la situación interna, de llamarme de todo...a hacerme una rutina con Siéntete Joven (eres el angelito bueno en todo esto, que lo sepas 👑) y el chip cambió antes de terminar el calentamiento. Muchas veces no es pereza, es lucha interna, va más allá...es sobrepensar y tener demasiados fantasmas. De ahí a pilates de pie y a un estiramiento dinámico...y con esos 40 minutos en total, regresé de nuevo. Luego ya fue todo rodado, quizás un poco tarde para mis horarios de costumbre, pero feliz conmigo, que es lo que importa en todo esto. Y esa es la cara de alguien que gan...